viernes, 31 de octubre de 2008

Delinearte

Te recorro, delíneo tu boca
como un mar rojo en el desierto de tu cara
delíneo sus contornos con el perímetro de la mía
tratando de formar parte de ellos
...................................de ser ellos,
y poder así seguir siendo de tu boca
de tu boca rubí, a veces de clavel o de rosa
pero casi siempre de colores con gusto a río
de sal, de arena, río dulce o río malo
pero por siempre río, como la carcajada que sacude
el contorno de tus palabras.

Salto, de uno a uno, tus lunares
me hundo en su estática fiereza
en su corrosión de la simplicidad.
Los cuento como si fueran números
a veces los envuelvo entre mis dedos
...............................................mis pestañas
y los estiro, les modifico el tiempo
haciendo que se parezcan a la tierra de tus ojos,
esa tierra oscura, fértil, susurrante
que acaricia poco a poco el cielo con el que te miro
y provoca a los oleajes de mis ojos.

Me cuelgo de tus poros
entro en ellos,
juego a las escondidas
los disfruto, los rescato, los acomodo
a mi manera o a mi gusto
y juego con tu lengua
.........................con la mía
juego con tus párpados que se cierran a la tarde
que oscurecen el placer de tu mirada
hasta que llega el alba y tus manos se estiran
tus pupilas se dilatan embriagadas en la luz
de esa esfera de trigo que se alza sobre nosotros.

Te recorro, delíneo tu boca
su perfil iluminado de atardeceres
pruebo de su belleza etérea, de sus movimientos
de las sílabas que mueren entre tus labios
de las que nacen o nunca llegan a escucharse,
la delíneo hasta ser algo más que dedos
que manos recorriendo un contorno
ahora parece ser tu boca la que me dibuja
sobre el lienzo de mi cuerpo.

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